Así se prepara La Noche en Blanco

MARGARITA LÁZARO
MADRID.- 72 horas antes de que comience La Noche en Blanco y como si de estudiantes se tratase, alrededor de 50 voluntarios han asistido a la primera reunión de la que será una de las actividades más ambiciosas de la cita cultural. Con la ayuda de unas 500 personas, el 'Family Garden' del británico Ron Haselden, convertirá el Edificio España en un tapiz luminoso que variará de forma cada minuto. Los que no han podido asistir tendrán su oportunidad el día siguiente por la tarde en el Circo Price.
La mayoría llegaron sin saber cuál iba a ser su cometido el próximo sábado por la noche y casi todos desconocían en qué se iba a traducir su actividad. "No tengo mucha idea de en qué va a consistir esto y he venido a ver qué me cuentan", dice Javier, un joven de Granada. "Es algo así como una instalación de luces con filtros de colores", atina algo más Gonzalo, un estudiante de arquitectura que ha venido junto a otros compañeros de carrera para unirse a este proyecto, ya que el año pasado con tantas colas no pudieron apenas disfrutar.
Sin embargo, el desconocimiento no ha sido un obstáculo para que los 500 voluntarios se animasen a unirse a esta actividad cuya convocatoria ha sido la mayoría a través de Internet. "Lo leí en una página web y me animé porque soy de Madrid y quiero que ésta sea la Noche en Blanco más importante de toda Europa" dice Raúl. "Queríamos conocer el Edificio España, yo vivo al lado y paso delante de él todos los días. No se me ocurría mejor ocasión para verlo por dentro. Hasta ahora sólo había podido echarle un ojo desde la calle", dice Sara. "Luego, nuestra intención es seguir participando como espectadores del resto de actividades", puntualiza su amigo David.

'Para que funcione es necesaria la colaboración de la gente'

La noche les permitirá no sólo conocer el edificio por dentro, sino también participar en un ambicioso proyecto que ya se ha llevado a cabo con gran éxito en otras ciudades, como Londres. Mediante un vídeo protagonizado por el artista y con ejemplos de cómo se han elegido los dibujos, los participantes han ido despejando sus dudas. Su cometido será fácil aunque para que todo funcione bien es importante que no pierdan la concentración.
Durante los 45 minutos que dure la actividad, cada uno de ellos se convertirá en el responsable de uno de los 480 focos que están situados en el edificio, uno por cada ventana. Javier Martín, del Ayuntamiento de Madrid, les cuenta que a partir de las 12, cada minuto tendrán que ir cambiando los filtros de luz según la escaleta de luces y horas que les darán a la entrada del edificio. El momento del cambio lo marcará un bip que suene en la radio que también les darán a la entrada junto a unos guantes para no quemarse con los focos, un chaleco reflectante y un casco. "Nos importa mucho la seguridad de los voluntarios porque no nos podemos olvidar que el edificio está en obras" dice César García responsable de la prevención del riesgo del inmueble.
'Pero... ¿y si nos despistamos y no sabemos cuál es el bip que acaba de sonar, si el 34 o el 35?" dice uno de los vountarios. "El error humano se contempla y si uno se equivoca no pasa nada. Esta actividad podría estar automatizada, pero Ron quiere que esto se haga porque lo bonito es que la gente participe en que la actividad funcione con éxito" dice Eduardo Pinillos, uno de los organizadores de la Noche en Blanco. "De todas formas" puntualiza Javier, "ante la duda, mirad el reloj".

45 minutos de trabajo y dos horas de espera

Aunque hasta las 12 en punto de la noche el 'Family Garden' no se pondrá en funcionamiento, los voluntarios tendrán que llegar al edificio a las 10 o incluso antes si pueden para ir situándose en sus puntos de acción. Mientras, a través de algunas luces, en la fachada se dibujará con luces en blanco un 24, hora de inicio de la actividad. Lo siguiente será convertirla en rojo y después empezarán las proyecciones. En total 45 dibujos, uno por cada minuto, que se han hecho con los dibujos que los niños de Madrid han hecho con los seis colores de los filtros.
Una vez que termine la actividad, y durante las siguientes horas, un grupo de 12 o 13 personas manejarán los focos para hacer olas horizontales por todo el edificio. Será ese el momento en que los voluntarios podrán ver desde el otro lado de la barrera, una actividad similar a la que ellos han llevado durante la mágica noche.

EL MUNDO, jueves 20 de septiembre de 2007