domingo, 28 de octubre de 2007

Nacha Pop resucita el alma de la 'Movida' una década después

EFE
MADRID.- Era una cita obligada cerrar este reencuentro en la ciudad que les encumbró y en la que, casi 20 años después, Nacha Pop ha vuelto a recibir todo el cariño de aquellos que vibraron con ellos en la 'movida madrileña', en un Palacio de los Deportes esta noche abarrotado para cerrar su gira de regreso.
Insistía Nacho García Vega -el 50% de Nacha Pop- en que no era noche para el recuerdo, pero en ''el regreso a casa' casi dos décadas después, y con un sonido que no había perdido un ápice de la magia que les hizo grandes, era inevitable caer en la nostalgia. Los primeros acordes ya llevaron a muchos hasta otros tiempos con la inconfundible voz de Antonio Vega -la otra mitad- cantando 'Antes de que salga el sol'.
Pero a diferencia de lo que ha ocurrido en el resto del tour 'Nacha Pop 80/07' con el que han recorrido España desde junio Nacho y Antonio no se han encontrado tantas caras nuevas, sino la madurez de aquellos que ya disfrutaron con su música en los ochenta.
Precisamente para ellos parecía ideado este repertorio en el que no abundaron sus éxitos más populares, sino las pequeñas joyas que se corearon sin lagunas como 'Vístete' o 'Relojes en la oscuridad', con las que continuaron el concierto.
"No es momento para el recuerdo", repetía Nacho, porque el grupo se ha marcado esta nueva etapa como una continuación con mucha energía que se reflejaba en temas como 'Visiones', 'No se acaban las calles', 'No necesitas más'.
Las palmas y los saltos de todo el pabellón acompañaban cada una de ellas hasta culminar en 'Nuevo plan', una canción que quisieron interpretar como reflejo de sus nuevas intenciones y para conseguir "que no cambie el sabor de boca" con el que aparcaron sus guitarras.
Divergencia de estilos, riqueza del conjunto
Los temas más movidos predominaron durante toda la noche, pero el grupo madrileño ha acentuado con los años los polos opuestos: la fuerza y el romanticismo, el continuo movimiento de Nacho García Vega y el sosiego y la quietud de Antonio sobre el escenario. Una tranquilidad que se reflejó en 'Lucha de gigantes' con Antonio Vega arropado por las voces de todos sus seguidores, pero que pronto se rompió de nuevo con 'No me olvido'.
Tan solo un parón en el ritmo para incorporar un vídeo en el que dos dibujos animados caricaturizaban a la pareja de músicos madrileños entre bromas. Pasado el ecuador del concierto sonaban en el Palacio de los Deportes 'Grité una noche', 'Esperando nada' y 'Asustado estoy', otro de los títulos que más aplaudieron sus incondicionales.
Hace unos días, el grupo hacía balance positivo de esta vuelta a la carretera y anunciaba que la cita de Madrid formaría parte de un DVD que recopilará la gira junto con anécdotas, composiciones inéditas y todos sus clásicos. Por eso, a estas alturas algunos de sus fans echaban de menos los títulos más extendidos del grupo insignia de 'la movida', como 'Una décima de segundo', que anunciaba el final.
Éste fue el momento en el que, como antaño y aprovechando uno de los momentos más íntimos, aparecieron los mecheros entre las gradas para acompañar a Antonio Vega.
Los Nacha Pop quisieron despedirse con 'Persiguiendo sombras', pero sus seguidores no perdonaron la ausencia del himno por excelencia de la banda y de nuevo aparecieron en un vídeo 'sus caricaturas' para recordárselo.
Tan solo unos acordes fueron necesarios para que el pabellón explotara al reconocer 'La chica de ayer' que, aunque sonó algo distinta desde el escenario, se impregnó del clásico sonido de siempre a pie de pista. Tras 'Nadie puede parar' un nuevo intento fallido del fin por parte de la banda que regresó con 'Alta tensión' y puso punto y final con 'Sol del caribe'.

EL MUNDO, Domingo 29 de octubre de 2007
Fotografía: El Mundo

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