Miguel Arroyo
madrid - Echando cuentas quizás no les salgan, pero ellos las hacen justo desde la primera maqueta del «Déjame», cuando se llamaban «Tos». Por eso cumplen tres décadas en 2008 y por eso lo quieren celebrar sacando hoy al mercado «Los Secretos 30 años», con dos CD’s, con sus mejores 38 canciones, y otros 2 DVD’s, con 16 videoclips de sus apariciones en programas de TVE.
-Con lo de los 30 años, se reivindica lo de que «los viejos rockeros nunca mueren»...
-El nuestro es un caso especial, porque, por suerte o desgracia, hay muchos grupos que no han aguantado el tirón de una carrera muy dura, porque hay que currárselo.
-¿Qué respondía hace 25 años, cuando alguien le preguntaba si se veía actuando a los 50?
-Pues que no me veía, porque habría miles de Secretos o Nachas Pop que nos habrían echado a codazos.
-¿Y qué buscaban entonces?
-Simplemente hacer algo de lo que no nos avergonzáramos nunca y por lo que estuviera orgulloso nuestro padre, un melómano que fue quien nos inculcó el amor a la música. No hacer algo oportunista ni ir con una moda, sino crear nuestro estilo y hacerlo con dignidad.
-¿Le molesta que siempre les relacionen con la Movida?
-A mí ya no me molesta nada, pero nosotros somos de la Nueva Ola que barrió en toda Europa, más de la quinta de Burning, Tequila o Asfalto. En «la movida» nunca participamos porque éramos muy tímidos para ir con pintas raras. En el 81 ya tocábamos de gira en sitios donde no había ido ningún grupo español hasta entonces.
-¿No tienen ya demasiados recopilatorios?
-La industria está muy mal y esto es lo que más le gusta a la gente.
-¿Tan mal está?
-El mundo de la música se ha mediatizado demasiado. Los medios de comunicación han ido abandonando la música, la han sustituido por la telebasura.
-¿La culpa la tiene «Operación Triunfo»?
-La música no se ha desinflado por este fenómeno televisivo, sino por los músicos y el público. Ahora ha pasado a un plano más banal. Con este mundo de los «realitys», pues todos tenemos un cotilla dentro, se habla más de las vidas privadas y se devalúa lo que se hace. Se habla de canciones sin decir los autores. Eso sí, a lo mejor en esa academia televisiva les tenían que haber enseñado más música, educarles musicalmente, porque sus referencias son muy raras, «chayanes» o «secadas».
-¿Cree que es más fácil triunfar ahora que cuando usted empezaba?
-Ahora, mediáticamente, es más fácil que cualquiera que no tenga mucho talento pueda triunfar si tiene mucha caradura, pero para los chavales que empiezan con su grupete les han echado tierra encima. Los que puedan sacar la cabeza será por casualidad o porque le toquen la fibra sensible a alguien. Hay que tener en cuenta que antes cada compañía fichaba a 16 ó 23 artistas al año y ahora apenas fichan a tres. Se ha recurrido a lo latino y el «nuevo mundo» nos ha devuelto la invasión.
-Ya no hay programas como «Aplauso»...
-En general ya casi no hay programas de música en TV. En el mundo de la máxima audiencia no tiene cabida la música, y sé que hasta se dejaron de hacer espacios porque algunos grupos no daban audiencia. Espero que sea una cosa cíclica y cambie todo.
-Del pirateo ni hablamos...
-El pirateo me preocupa menos. Lo que más me preocupa es que la gente pierda la conciencia de que lo que está pirateando es algo digno, hecho con mucho esfuerzo y que forma parte del patrimonio de la humanidad.
-¿Se ve así dentro de otros 30 años?
-Vamos a continuar mientras el cuerpo aguante.
LA RAZÓN, Martes, 27 de noviembre de 2007
Imagen: ABC
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